POR MAS SEMAFOROS

Hay algunos lugares puntuales en nuestro barrio que deberían urgentemente ser considerados para instalar nuevos semáforos y así mejorar la seguridad de todos los vecinos, como por ejemplo la peligrosísima esquina de Donado y Av. de los Incas, sin semáforo.

También la esquina de Capdevila y Congreso es un cruce conflictivo de peatones y automotores que necesita un semáforo urgente. 

La salida del tránsito desde el viaducto de Donado, en su cruce con Olazábal, se transformó en una peligrosa confluencia y también Holmberg con dicha Avenida, intersección con frecuentes accidentes de tránsito.

Los números son irrefutables, en el año 2013 se registraron ventas de vehículos cero kilómetro por la cantidad de 960.000 unidades, que sumados a todos aquellos vendidos en la última década más el parque automotor usado ya existente provocan en las grandes ciudades congestiones, contaminación, accidentes de todo tipo e inseguridad para peatones y automovilistas.

Al no poder organizarse el tránsito por sí solo, fueron creados los semáforos, antes amarillos, ahora reinventados con su nuevo color gris oscuro. Resulta muy llamativo ver cómo en muchas ciudades del interior, principalmente en las de mayor concentración turística, prácticamente no existen, dos o tres a lo sumo y sólo en algunas esquinas claves de circulación. Su ausencia es reemplazada muchas veces por policías que distribuyen el tránsito, sin que se produzcan mayores inconvenientes. Pero en la Ciudad de Buenos Aires ordenar el tránsito ya se transformó en un problema acuciante casi a cualquier hora, por la enorme cantidad de vehículos que pululan por todos lados.

La finalidad de los semáforos son varias, a saber: Permiten que vehículos que avanzan a distintas velocidades y en distintos sentidos de circulación no colisionen en las bocacalles, permiten atravesar seguramente, tanto a peatones como a vehículos, de un lado a otro de las calles, avenidas y/o rutas con grandes caudales de tránsito; y  previenen cuando están titilando intermitentemente en amarillo y/o rojo para que se disminuya un poco la velocidad, principalmente en las cercanías de escuelas y hospitales con grandes concentraciones de niños y personas.

Por El Barrio