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UN AÑO DEL DERRUMBE FATAL



Se cumplió un año del derrumbe fatal de un gimnasio en Villa Urquiza

El dolor que no cesa

El 9 de agosto de 2010, tras la excavación de una obra lindera, colapsó la sede de Orion Gym en la esquina de Mendoza y Triunvirato. El accidente causó las muertes de Guillermo Fede, Luis Lu y Maximiliano Salgado, además de heridas a once personas. Familiares de las víctimas, sobrevivientes y rescatistas dialogaron con El Barrio.



El trágico derrumbe de Orion Gym, ocurrido el lunes 9 de agosto del año pasado, marcó un antes y un después en la vida de los familiares de los fallecidos: Guillermo Fede, Luis Lu y Maximiliano Salgado. También un tremendo impacto en las personas que estuvieron allí y lograron sobrevivir, por ejemplo las hermanas María José y Alejandra Rutilo. En distintas charlas con el periódico, cuatro familiares de las víctimas y dos sobrevivientes contaron cómo transcurren sus días. El Barrio también estuvo presente el último 9 de agosto en Mendoza y Triunvirato, en un encuentro que se realizó allí entre amigos y familiares de las víctimas para recordar a los fallecidos y pedir por justicia.

El día fatal

La tarde del 9 de agosto iba a ser una más entre otras tantas para Patricia Izraelewicz, que estaba esperando a su hijo Maximiliano para la cena. También para Marta de Lu y su esposo Jinxin, que trabajaban como era habitual en su negocio pensando en que su hijo Luis estaría por llegar a casa. En esas horas, Hernán Fede estaba trabajando en su oficina de Villa Urquiza sin pensar en la suerte de su hermano Guillermo. Pero poco después, la noticia se difundió por radio y televisión y distintas llamadas telefónicas avisaban a estas personas sobre los trágicos destinos de sus familiares. De allí en adelante, sus vidas ya no volverían a ser las de antes.

La tragedia ocurrió apenas pasadas las cuatro de la tarde de ese lunes 9 de agosto de 2010. En Mendoza 5030, casi esquina Triunvirato, había dos locales de ropa y encima de ellos se encontraba el gimnasio Orion Gym, que contaba con dos plantas. El edificio que se derrumbó aparentemente tenía problemas en la medianera y se habría venido abajo por las rajaduras que le produjo la excavación que se estaba haciendo en el terreno de al lado. A pesar de que el Gobierno porteño aseguró en un primer momento que la obra estaba en regla, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) denunció que tenía varios problemas estructurales. Días después del derrumbe se confirmaron fallas graves en la excavación que lo provocó, razón por la que el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri despidió el día posterior a la tragedia a Oscar Ríos, hasta entonces titular de la Agencia Gubernamental de Control.

El desplome de Orion Gym obligó a realizar un megaoperativo del que participaron casi 200 efectivos, entre ellos Miguel Antonio Ledesma, quien también da su testimonio en esta nota. Los rescatistas buscaron por más de tres horas a los once heridos -unos pocos pudieron salir por su cuenta- y encontraron entre los escombros a las tres víctimas fatales. Ellos eran Guillermo Fede (37); Luis Lu (23), un joven de origen chino; y Maximiliano Salgado (18), estudiante de la carrera de ciencias de la comunicación.

Los heridos fueron trasladados a los hospitales Tornú (Judith Goldstein, Cristian Martínez y María de los Angeles Martín), Pirovano (Claudia Martín, Esther Morales, Florencia Rojas, Alejandra Rutilo y María José Rutilo), Zubizarreta (Laura Pesatti) y Fernández (Pablo Galli -dueño de Orion Gym- y Susana Salalli). Tras el derrumbe, Daniel Alberto Menta (inversor dueño del terreno Mendoza Construcciones S.A.) y el ingeniero Guillermo Heyaca Varela (encargado de la obra) salieron de prisión con una fianza de 10.000 pesos. Actualmente se encuentran imputados, al igual que Luis Pataro -dueño de la empresa de excavaciones- y las dos personas que manejaban la máquina Caterpillar. Pero es un proceso lento, que más adelante detallaremos en esta nota.

Sobreviviendo

Fue realmente difícil para el autor de esta nota realizar las entrevistas a los familiares de las víctimas y sobrevivientes del derrumbe, ya que muchos de los entrevistados no pudieron contener su llanto ante algunas preguntas o en el momento en que recordaban a sus familiares fallecidos. Uno de los que se mostró más fuerte, así como también bastante resignado con la Justicia, fue Hernán Fede, hermano de Guillermo Fede, quien dijo: ?Todavía seguimos con el luto. Yo estuve con apoyo psicológico, pero aún hoy para mí es como si todo esto hubiera pasado ayer; todos los días el recuerdo de mi hermano está presente. A pesar de todo, intento seguir adelante: trabajo en una empresa en el sector de sistemas y mi familia me apoya mucho. Respecto al tema judicial, creo que es todo muy engorroso, lo que también alarga el dolor. Pienso que esta tragedia se podría haber evitado, por eso esperamos justicia para poder sobrellevar el tema de una forma menos dolorosa. Estoy indignado porque en ningún momento se contactó con nosotros alguien del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para brindarnos algún tipo de contención; sí se nos acercó gente de otras organizaciones, pero nadie del Gobierno porteño?. Hernán Fede vivió en Villa Urquiza, aunque ahora reside en Chacarita. Su hermano Guillermo sí vivía en el barrio, más precisamente en Monroe y Miller.

Patricia Izraelewicz, madre de Maximiliano Salgado, sigue con tratamiento psicológico y psiquiátrico. A pesar de todo, volvió a trabajar en una empresa después de unos meses en que tuvo que dejar de hacerlo debido a su estado anímico. También se ocupa de cuidar a su pequeña hija, Valeria, con quien sigue viviendo en Villa Urquiza. De los familiares entrevistados, pareció ser la que sigue más de cerca la causa; está trabajando en el tema junto con los abogados Fernando Burlando y Alejandro Díaz. Cuando se la entrevistó recordó el momento en que le dieron la noticia del derrumbe: ?Jamás me hubiese imaginado que me iban a llamar para comunicarme semejante noticia. Actualmente sigo con tratamiento, bancado por mí misma, ya que nadie del Gobierno de la Ciudad se acercó para ayudarme. Muchos de los amigos de Maxi siguen en contacto conmigo y realmente estoy muy agradecida con ellos; es importante recibir su ayuda en estos momentos tan dolorosos y que sigamos recordando juntos a Maxi?. Los amigos del colegio secundario de Maximiliano organizan los días 9 de cada mes protestas en la esquina de Triunvirato y Mendoza para pedir justicia y estuvieron presentes el pasado 9 de agosto en el encuentro que allí se realizó para recordar a las víctimas.

Con respecto a la causa, sé que se pidió un peritaje, un informe más completo, para tener más pruebas. Tuve la oportunidad de hablar con uno de los sobrevivientes, pero sólo dos veces, y en ambas oportunidades estaba muy shockeado. Es increíble como habiendo sobrevivientes la causa sigue igual después de más de un año. Pareciera que la Justicia no nos escucha porque hay muchos intereses en juego; evidentemente somos unas pocas personas luchando ante una gran corporación y por eso todo se complica más?, dijo Patricia Izraelewicz, al tiempo que criticaba al Jefe de Gobierno Mauricio Macri: ?¿Dónde está la humildad de Macri de seguir en el gobierno después del derrumbe del gimnasio? Fue reelecto y creo que esto es una vergüenza y una oportunidad desaprovechada por todos los porteños?.

Por su parte, Jinxin Lu y su esposa Marta de Lu fueron los que más se angustiaron a la hora de la entrevista y casi no podían hablar debido al llanto que los invadía. ?Cada conocido me habla del tema y es algo con lo que tenemos que convivir día a día, no es para nada fácil. La Justicia en este país pareciera que castiga a las víctimas; los que hacemos las cosas bien siempre quedamos desprotegidos?, dijo Marta de Lu, sosteniendo una foto de su hijo Luis. Después de estar varios meses sin trabajar y con la idea de volver a su China natal, la mujer finalmente pudo reincorporase a la rutina en su negocio y decidió quedarse en la Argentina, en el barrio de Villa Urquiza. En tanto, Jinxin declaró: ?Las irregularidades en las construcciones siguen en el barrio; en realidad hoy en día sigue todo igual que antes a pesar de lo que pasó. Tenés que rezar para poder volver con vida a tu casa y nadie se hace cargo de lo que te pueda pasar?. Ambos recordaron a Luis como un chico muy trabajador, que pudo aprender perfecto el castellano y hacerse de muchos amigos argentinos.

Las hermanas milagrosas

Entre los once sobrevivientes al derrumbe se encuentran María José y Alejandra Rutilo, quienes ya se habían comunicado en oportunidades anteriores con este periódico enviando algunas cartas. En el momento de la entrevista prefirieron no sacarse fotos. Ambas viven en Villa Urquiza y tienen otra hermana, que tiene un local de sushi sobre la calle Mendoza, a metros del lugar del derrumbe. Alejandra, la mayor de las dos, recordó: ?Siempre íbamos juntas a entrenar y en el momento del accidente pude ver todo. Estuve atrapada y enterrada entre los escombros. Estuve dos días en la clínica, un tiempo sin trabajar y con terapia; en realidad aún sigo con tratamiento psicológico. Por suerte, estoy saliendo adelante gracias al trabajo de mi psicóloga Juliana Lanza, que me atiende en el Hospital de Salud Mental Alvear. Pero la nefasta experiencia vivida a veces no me permite dormir ni llevar una vida normal. Nadie se acercó desde el Gobierno de la Ciudad para brindarme algún tipo de ayuda, creo que sería bueno que ahora al menos la causa no quede impune. Igualmente quiero aprovechar para agradecer a las dotaciones de bomberos que participaron del rescate y al SAME?.

María José, la menor de las hermanas, siente que una parte suya sigue en el lugar del derrumbe y así se manifestó ante El Barrio: ?Vamos a seguir con la causa hasta que se haga justicia. Somos once sobrevivientes, a todos ese día nos cambió la vida y ya nunca nada volverá a ser igual que antes. Son sentimientos muy difíciles de expresar con palabras. Estamos muy agradecidos por el trabajo que hicieron los rescatistas, gracias a ellos estamos acá contando lo que pasó. Se nota que la construcción se estaba haciendo sin la infraestructura necesaria sólo porque se quería ahorrar dinero. Agradezco el hecho de que pude sobrevivir, pero de todas formas sufrimos mucho y lo peor es que todo continúa como si no hubiera pasado nada, sin culpables?.

Las dos hermanas enviaron una carta al diario Perfil, que se publicó en ese medio el pasado 9 de agosto. Allí definen el período transcurrido entre el día del derrumbe y el último 9 de agosto: ?Un año de vida casi paralizado por el temor a cualquier ruido, a pasar por debajo de las obras en construcción, al olor a humedad de las demoliciones de las casas, al ulular de las sirenas, a los ruidos y, lo peor de todo, el miedo a recordar la experiencia, que se agiganta al momento de dormir?. Concluyen diciendo: ?Pero dispuestas a seguir hacia delante, a seguir con lo nuevo que nos toca. Porque estamos vivas?. En la carta recuerdan a las víctimas, agradecen a todos los que las ayudaron y ruegan que no se vuelva a repetir una tragedia como la que vivieron.

El testimonio de un rescatista

Miguel Antonio Ledesma tiene 43 años, es Oficial Mayor de la Policía Metropolitana y vive en Villa Devoto. Proveniente de la Policía Federal, trabajó en rescates durante casi 22 años. El día del derrumbe de Villa Urquiza se enteró por radio y, sin tiempo de encender la televisión, fue enseguida al lugar de los hechos. Participó del rescate de María José y Alejandra Rutilo, que fueron quienes facilitaron el contacto de Ledesma al autor de esta nota.

Ledesma recordó aquellos momentos: ?Cuando ingresé con los elementos de seguridad escuchaba una voz pero no podía identificar de dónde venía. Usando una linterna pude localizarla e identificar a una persona en la zona del gimnasio más cercana a la avenida Triunvirato. Estaba por debajo de lo que era la escalera. Una vez identificada la persona, lo que hice fue brindarle ayuda psicológica, darle charla para poder tranquilizarla hasta que pudiera ser rescatada. El objetivo era mantenerla conciente para evitar una crisis. La nube de polvillo dificultaba mucho nuestro trabajo, al principio pude identificar una zapatilla y poco después lograr un tacto de la persona rescatada. Después descubrimos que estaba en una posición de decúbito dorsal, con la mano derecha hacia arriba y la mano izquierda sobre la cabeza. La espalda estaba apoyada sobre una mancuerna. Fuimos ganando lugar y ampliando nuestro lugar de visión. La pierna derecha estaba atrapada con la escalera, ahí tuvo que venir a ayudar otro grupo de trabajo. Luego sacamos la mancuerna y pusimos un soporte para que su columna no sufriera daños: ella estaba shockeada, comenzó a desesperarse y tuvo una crisis de nervios hasta que logramos estabilizarla un poco emocionalmente para continuar con el rescate. Luego de mucho trabajo, la pudimos sacar luego de casi tres horas de trabajo?.

Esa persona era María José Rutilo, aunque en realidad Ledesma se enteró de esto tres meses después. ?Primero hablé con una de sus hermanas, que tiene un local de sushi sobre Mendoza en la cuadra del derrumbe. Mas adelante charlé con María José y le di detalles de cómo la rescaté, ella no recordaba bien hasta que se acordó de la linterna; después de citar el dialogo que tuvimos, ella me pudo reconocer. También participé del rescate a Alejandra Rutilo, pero a ella la sacamos de forma más sencilla, ya que no estaba tan atrapada. Lo de María José fue muy emotivo porque la vi después de tres meses y me conmovió el hecho de que ella quisiera conocer a la persona que la rescató?. Ledesma también participó como rescatista en varias inundaciones, en el atentado a la AMIA y en la tragedia de las minas de Río Turbio. Fue reconocido por el Gobierno de la Ciudad por haber participado en el rescate de once personas en el derrumbe de Orion Gym, que fue el primero en el que intervino la Policía Metropolitana. Según Ledesma, hoy es una fuerza preparada para participar de rescates tanto en accidentes humanos u originados por causas naturales.

La causa, hoy

El abogado Alejandro Díaz, quien trabaja junto con Fernando Burlando en la querella de la causa por el derrumbe de Orion Gym, dialogó con El Barrio y brindó detalles acerca del estado de la causa actualmente. El juzgado interviniente es el de Instrucción Nº 45, situado en Lavalle 1171, a cargo de la jueza María Fontbona de Pombo. Los imputados son Daniel Alberto Menta (inversor dueño del terreno Mendoza Construcciones S.A.), el ingeniero Guillermo Heyaca Varela (encargado de la obra), Luis Pataro (dueño de la empresa de excavaciones) y las dos personas que manejaban la maquina Caterpillar.

Según Alejandro Díaz, todas estas personas tienen falta de mérito. A Menta y a Heyaca Varela la jueza los procesó por estrago doloso seguido de muerte, pero la Cámara Sala V revocó la resolución otorgando la falta de mérito para procesar o sobreseer. Díaz afirmó: ?La investigación demuestra que no se respetaron los controles ni las medidas de seguridad para trabajar con una máquina Caterpillar dentro del terreno en cuestión. La falta de tabiques y una deficiente base para la demolición causaron el derrumbe de los locales y el gimnasio de la calle Mendoza 5030. El informe de Bomberos de la Policía Federal da cuenta de esta situación?.

El Gobierno de la Ciudad, según Díaz, mencionó que se presentó un informe de cómo se haría la demolición de la construcción, que fue aprobado, pero a la vez hace referencia a que los imputados incumplieron con dicho requerimiento. La Procuración del Gobierno de la Ciudad se presentó en el rol de querellante, pero su petición fue rechazada por la jueza, la Cámara de Instrucción y Casación Penal porque argumentan que pueden tener cierto grado de responsabilidad en el hecho por no haber realizado los controles debidos en la construcción, detalló Díaz.

En el mes de abril la Sala V determinó la falta de mérito de Heyaca Varela, Menta y Pataro con el argumento de la defensa de que los puntos de pericia efectuados por Bomberos de la Policía Federal eran incompletos, debiendo terminar con aquellos puntos que no habían sido informados. Por eso el Juzgado de Instrucción está a punto de realizar una amplia pericia con la participación de peritos oficiales, arquitectos e ingenieros y de esa manera determinar la responsabilidad de los imputados?, informó Díaz, aclarando para los no entendidos que ?falta de mérito es un estadío donde después de una declaración indagatoria se resuelve la situación procesal de la persona?. Se puede procesar, sobreseer o determinar que hubo falta de mérito, que es un punto intermedio. Actualmente en esta causa no hay elementos suficientes para procesar ni sobreseer. Con la pericia decretada se resolverá definitivamente la responsabilidad de los imputados.

A un año de la tragedia de Orion Gym, las víctimas y los sobrevivientes del derrumbe esperan que por lo menos se haga justicia y se castigue a los responsables. Con ese propósito, el pasado 9 de agosto se realizó un encuentro entre amigos y familiares de las víctimas. Fue una marcha silenciosa en la que unas doscientas personas caminaron desde Olazábal y Triunvirato hasta el lugar del derrumbe, en Mendoza y Triunvirato. En paz y sin ningún tipo de disturbios, los presentes pidieron justicia y recordaron a Guillermo Fede, Luis Lu y Maximiliano Salgado.
Por Santiago Arguto, Periodico El Barrio

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